Los depósitos calcáreos son, además, un terreno fértil ideal para bacterias y otros microorganismos no deseados. Puesto que los depósitos tienen una superficie irregular y áspera, estas pequeñas cavidades son el escondite perfecto para anidar bacterias. Se trate de agua fría o caliente, usted se enfrentará al aumento de las sustancias potencialmente nocivas que persisten en el sarro calcáreo.
